ACERCA DEL ÚNICO DIARIO DE PICOLANDIA





Los medios de comunicación en Picolandia no tienen mucho que decir, así que se dedican a hablar todo el día de accidentes de coches y robos, sus dos temas preferidos. Como si no hubiera otros temas más interesantes de los que ocuparse, las radios, los periódicos online y La Deforma, el único diario de la ciudad, chorrean sangre cada día y cuando no hay sangre suficiente la sacan de Clarinete o de La Nación, diarios en los que se inspiran para sembrar entre los picolandienses la angustia, el caos y las ganas de suicidarse que nos agarra cada mañana cuando los leemos o los escuchamos.
La Deforma es un diario viejo, del año del cuete, que siempre fue igual. En los años 60 se dedicaban a publicar estas cosas:



Entre los extraterrestres que llegaron ese día se cree que descendió “el senador”, proveniente del planeta González Moreno.

Ultimamente La Deforma se ocupa de las viejitas a las que les roban las macetas, de los kiosqueros a los que asaltan para sacarles 500 pesos, de las motos que no paran de chocar con los coches como si Picolandia fuera un enorme parque de diversiones a cielo abierto y cada tanto hablan también de política, pero como uno de los dueños es asesor en la Cámara de Senadores del “gran Barba” todo lo que publican está supervisado por “el senador” y sirve a sus intereses. Hablar todos los días de seguridad, robos y crímenes también sirve al “gran Barba” ya que no hay nada mejor que meterle miedo a la gente para clausurar todo debate político en Picolandia.
Cada tanto La Deforma publica alguna sesuda columna de opinión, pero suelen ser tan sesudas que casi nadie las lee y los que las leen tampoco las entienden. Entre los columnistas destaca “el Chapu-lín Violo-rado”, hombre de ideas conservadoras (se supone que las conserva porque casi nunca se las ofrece a nadie), que le da vueltas y vueltas a la realidad de Picolandia pero es como si estuviera paseando el perro porque no concluye nunca nada. Eso sí, el Chapu-lín Violo-rado está convencido que “Es una práctica habitual buscar a la prensa o a los medios de comunicación como el enemigo, lo hacen aquellos que no pueden enfrentar la realidad o no saben cómo hacerlo” y por eso él va cada día al psicólogo a ver si puede enfrentar la realidad de una buena vez y reconocer que él no nació para periodista aunque no sepa como hacerlo (¿se entiende? Si no se entiende escribo otra columna)
Entre las muchas cosas raras que suele decir a menudo el Chapu-Violorado llegó a afirmar recientemente que "Si no sabemos sacar provecho de los cambios en el tiempo, las personas seguirán transformándose en cosas y de esa manera iremos dilapidando la identidad como comunidad. Preocupa y mucho pensar que entre nosotros hay más gente ocupada en ser cosa que en ser persona". Después de leer tan sesudo comentario confieso que estuve como dos horas mirándome en el espejo para tratar de entender si soy persona que me estoy transformando en cosa y no me di cuenta y tuve ganas de correr a preguntarle a José Osssmar para que me aclare de una buena vez la situación y sino que haga una ordenanza urgente declarando que en Picolandia las personas ya no podrán ser cosas. Por suerte el super concejal me tranquilizó y me dijo que junto a "tamponcito" Brunengo impulsarían una reforma en el Concejo, dejando, eso sí, la posibilidad de que si algún chacarero lo desea, pueda transformarse en dólar o en tarjeta de crédito. Eso sí, me dijo "pulcritud del automóvil" García, esto lo podremos hacer si nos se nos opone Paola (cuerpito tallado a medida) Assone, la gordita de Nuevo Encuentro que nos vuelve loco con cada cosa que presentamos y que ahora va a querer saber por escrito si las personas son cosas y las cosas se vuelven personas y viceversa, ¿se entiende? me dijo José Osssmarr. No, Osssmar, no entiendo, le contesté, me mejor voy a seguir leyendo las columnas del Chapu-lin Violo-rado, que la tiene más clara que ustedes.
Mientras tanto La Deforma sigue titulando cada día con hechos cada vez más sangrientos, no importa si sucedieron o no en Picolandia. Es más, cuando no sucedieron en Picolandia lo aclara chiquitito para que la gente  que sólo lee los titulares crea que estos terribles hechos ocurrieron en la ciudad. Como son muy pocos los que leen las notas completas de La Deforma casi nadie se entera que ese robo de banco no ocurrió aquí, que la mujer acuchillada era de un pueblo de México y que al paisano al que le sacaron los ojos con un alambre de púa era de Entre Ríos o de Parananbí. 

1 comentario:

  1. es así, hablan de los policiales y nada más. Y MC, es un puterío barato. lastima, que no puedo prenderlo fuego.

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