LOS TIERNOS: LA RUSA Y EL CHINO (NO SON COMUNISTAS)




Pie de foto: "yo se que soy tierna, ¿de qué te reís?"

Suena raro pero es así: los representantes de la derecha más TIERNA en Picolandia son una rusa y un chino. Los chicos de Com.Org andan muy preocupados todo el día con los delincuentes, los menores que infectas las discotecas y toda esa nocturnidad terrible, esa gente de las tinieblas que llega por las noches del Malvinas y del Carlos Berg y que a todos nos da tanto miedo. Para espantar a estos vampiros infectos los chicos de Com.Org están pensando en cerrar todos los locales nocturnos, que sería la verdadera solución para la nocturnidad tan temida (lindo título para un libro…), así todos nos vamos a dormir tempranito y se acabó la joda, mañana a trabajar y a dejarse de joder con las drogas, las motos, las chichis y los perfumes importados, dijo Tierno y mandó a medio mundo preso. Marcheee… presooo…. Como diría Capusotto: ¡Montonero BlancaTébes, renuncieee! (bueno, no se lo digamos demasiado porque ganas tiene el intendente, ganas tiene!!!)
Pero bueno, volvamos a los chicos de Com.Org… que son gente que no se dedican solamente a pensar cómo limpiar las calles de tanta lacra, sino que también votan en contra de los convenios con la Fundación Eva Perón (ay, tiernito, qué te habrá hecho la pobre Evita), cada tanto proponen algo intrascendente, van a las sesiones del honorable Concejo Delirante sin tener mucha idea ni de qué temas se hablan, mientras la Rusa coquetea con los muchachos del PJ (aunque a ella le gustaría más que fuera el Secre de Gobierno, Fernandito “gargamel” Sánchez, el intendente, y no BlancaTébes) y Tamagusky entierra el coche en el cordón cuneta como peludo que se equivoco de madriguera.
Pie de foto: "¿qué hago yo acá, eh? ¿qué hago?

Pero bueno, ellos no se hacen tampoco muchos problemas por las críticas. Porque de última llegaron al Concejo de pedo, sin que los conociera casi nadie y casi sin hacer campaña, total para qué, si con que Tiernito ande por ahí diciendo que quiere mano dura y más policías en las calles y a todos los pibes en la cárcel alcanza para que nos voten un montón de paranoicos asustadizos cada cuatro años y luego nada… a tomar mate al Concejo y a ver si podemos colar algún familiar amigo en un carguito y hasta luego cocodrilo, chin, chin.




ACERCA DE LA OPOSICIÓN EN PICOLANDIA


11. Las chicas del FREPAM

Junto a BlancaTébes y los siete enanitos, en el Concejo Delirante también se encuentran los enanitos de la oposición, auténtica fauna picolandiense no siempre comprendida.
Las más importantes y de más altas alcurnias son sin dudas las chicas del Frepam, Poy Carballo y la Dra. Campi. A veces es común verlas por la calle agarraditas de la mano mientras cantan “Piden pán, no les dan, son las chicas de Frepam”. A lo que suele responderle el oficialismo al canto de “Piden queso, Cabrino tirales algún hueso”.
Las chicas del Frepam son autoras de ordenanzas revolucionarias como la que obliga a fraccionar el pago del estacionamiento en el centro como si se tratara de segundos en un teléfono móvil: “si yo estaciono 37 minutos debería pagar 1,57 y no 2 pesos” arengó Poy carballo a la multitud enardecida frente al palacio. Las chicas del Frepam propondrían según algunos rumores  una ordenanza para que “todos los piquenses ayuden a los abuelitos a cruzar la calle por la línea blanca”, lo que ha llevado a muchos en Picolandia a pensar si estas chicas más que concejalas no deberían ser inspectoras de tránsito.
Pie de foto: "Te dije Adriana que no te metieras el micrófono ahí, pero vos nunca me hacés caso"

Cada tanto agitan a la multitud y concurren a las multitudinarias marchas en reclamo por la seguridad que convoca don “teléfono intervenido” Rolero, también conocido como “el toro salvaje de las pampas”. Las chicas del Frepam se entusiasman al ver tanta gente junta. “Esta vez somos más de 50!” habría comentado la Dra. Campi emocionada durante el transcurso de la última marcha (del “dicen que” de La Deforma”).  

ACERCA DEL ÚNICO DIARIO DE PICOLANDIA





Los medios de comunicación en Picolandia no tienen mucho que decir, así que se dedican a hablar todo el día de accidentes de coches y robos, sus dos temas preferidos. Como si no hubiera otros temas más interesantes de los que ocuparse, las radios, los periódicos online y La Deforma, el único diario de la ciudad, chorrean sangre cada día y cuando no hay sangre suficiente la sacan de Clarinete o de La Nación, diarios en los que se inspiran para sembrar entre los picolandienses la angustia, el caos y las ganas de suicidarse que nos agarra cada mañana cuando los leemos o los escuchamos.
La Deforma es un diario viejo, del año del cuete, que siempre fue igual. En los años 60 se dedicaban a publicar estas cosas:



Entre los extraterrestres que llegaron ese día se cree que descendió “el senador”, proveniente del planeta González Moreno.

Ultimamente La Deforma se ocupa de las viejitas a las que les roban las macetas, de los kiosqueros a los que asaltan para sacarles 500 pesos, de las motos que no paran de chocar con los coches como si Picolandia fuera un enorme parque de diversiones a cielo abierto y cada tanto hablan también de política, pero como uno de los dueños es asesor en la Cámara de Senadores del “gran Barba” todo lo que publican está supervisado por “el senador” y sirve a sus intereses. Hablar todos los días de seguridad, robos y crímenes también sirve al “gran Barba” ya que no hay nada mejor que meterle miedo a la gente para clausurar todo debate político en Picolandia.
Cada tanto La Deforma publica alguna sesuda columna de opinión, pero suelen ser tan sesudas que casi nadie las lee y los que las leen tampoco las entienden. Entre los columnistas destaca “el Chapu-lín Violo-rado”, hombre de ideas conservadoras (se supone que las conserva porque casi nunca se las ofrece a nadie), que le da vueltas y vueltas a la realidad de Picolandia pero es como si estuviera paseando el perro porque no concluye nunca nada. Eso sí, el Chapu-lín Violo-rado está convencido que “Es una práctica habitual buscar a la prensa o a los medios de comunicación como el enemigo, lo hacen aquellos que no pueden enfrentar la realidad o no saben cómo hacerlo” y por eso él va cada día al psicólogo a ver si puede enfrentar la realidad de una buena vez y reconocer que él no nació para periodista aunque no sepa como hacerlo (¿se entiende? Si no se entiende escribo otra columna)
Entre las muchas cosas raras que suele decir a menudo el Chapu-Violorado llegó a afirmar recientemente que "Si no sabemos sacar provecho de los cambios en el tiempo, las personas seguirán transformándose en cosas y de esa manera iremos dilapidando la identidad como comunidad. Preocupa y mucho pensar que entre nosotros hay más gente ocupada en ser cosa que en ser persona". Después de leer tan sesudo comentario confieso que estuve como dos horas mirándome en el espejo para tratar de entender si soy persona que me estoy transformando en cosa y no me di cuenta y tuve ganas de correr a preguntarle a José Osssmar para que me aclare de una buena vez la situación y sino que haga una ordenanza urgente declarando que en Picolandia las personas ya no podrán ser cosas. Por suerte el super concejal me tranquilizó y me dijo que junto a "tamponcito" Brunengo impulsarían una reforma en el Concejo, dejando, eso sí, la posibilidad de que si algún chacarero lo desea, pueda transformarse en dólar o en tarjeta de crédito. Eso sí, me dijo "pulcritud del automóvil" García, esto lo podremos hacer si nos se nos opone Paola (cuerpito tallado a medida) Assone, la gordita de Nuevo Encuentro que nos vuelve loco con cada cosa que presentamos y que ahora va a querer saber por escrito si las personas son cosas y las cosas se vuelven personas y viceversa, ¿se entiende? me dijo José Osssmarr. No, Osssmar, no entiendo, le contesté, me mejor voy a seguir leyendo las columnas del Chapu-lin Violo-rado, que la tiene más clara que ustedes.
Mientras tanto La Deforma sigue titulando cada día con hechos cada vez más sangrientos, no importa si sucedieron o no en Picolandia. Es más, cuando no sucedieron en Picolandia lo aclara chiquitito para que la gente  que sólo lee los titulares crea que estos terribles hechos ocurrieron en la ciudad. Como son muy pocos los que leen las notas completas de La Deforma casi nadie se entera que ese robo de banco no ocurrió aquí, que la mujer acuchillada era de un pueblo de México y que al paisano al que le sacaron los ojos con un alambre de púa era de Entre Ríos o de Parananbí. 

La ultraizquierda en Picolandia




Aunque ustedes no lo crean, en Picolandia son todos muy democráticos. Y aunque, como quedó demostrado en aquellos duros días de la 125, hay muchos picolandienses bastantes gorilinis, en el circo también hay ultraizquierdistas, un pequeño pero PELIGROSÍSISMO grupo político liderado por los Marqueses, una familia muy docta de la ciudad pero de innegable arraigo maoísta, si es que uno puede arraigarse a algo tan raro en estas pampas.
Los Marqueses hace rato que son revolucionarios. Por lo visto empezaron en los años setenta cuando sintieron una gran simpatía por Ho Chi Min y deseaban, cada mañana mientras tomaban unos mates, estar en Vietnam. Deprimidos porque en Picolandia no hay ni palmeras ni ríos tropicales ni un miserable arroyo al que ir a practicar cómo hacer la revolución, los Marqueses decidieron adherir al Partido Comunista Revolucionario, provocando la enorme preocupación del resto de los piquenses que pensaron que ahora sí que se iba a poner feo para nosotros en la ciudad, ahora que ya teníamos vanguardia revolucionaria. Alguna vieja asustada por los medios de comunicación de la época llegó incluso a refugiarse en la iglesia.
Pero por fortuna para Picolandia, la adhesión de los Marqueses al PCR no pasó a mayores. En 1.976 cuando vino el golpe de estado algunos picolandiensen se quedaron sorprendidos cuando los Marqueses alabaron a Videla y expresaron públicamente que les parecía “un general nacionalista”. 
Más tarde los Marqueses abandonaron sus aires revolucionarios de antaño y se hicieron socios del “gran barba”, si, “el senador”, a quien le hicieron más de un favor… Mientras los picolandienses sorprendidos se preguntaban qué había sido de los otrora ultraizquierdas que ahora se paseaban del brazo del senador más conservador que se haya visto por estos pagos en muchos años, los Marqueses comenzaron a dedicarse a una de sus ocupaciones favoritas: pintar las paredes del pueblo con la leyenda "Fueras rusos de Casa de Piedra", consignas revolucionarias que encendieron el ánimo de la clase obrera de la ciudad, que se dirigió hacia el río al grito de "ni yankis ni marxistas, vernistas", cosa que disgustó profundamente a los Marqueses, una vez más incomprendidos.
Cuando vino el kirchnerismo, en 2.003, los Marqueses comenzaron a preocuparse. No hay nada peor para un ultraizquierdista que un gobierno de izquierdas que les quite el público obrero ese al que tanto aspiran y que sin embargo jamás han logrado conquistar. Así que inmediatamente se pusieron a hablar pestes de los K, a los que acusan de oportunistas por haber juzgado a los militares (claro, pensaban hacerlo ellos en los tribunales populares el día después de hacer la revolución, pero no se dieron cuenta que los represores se estaban poniendo viejos mientras ellos seguían y seguían poniendo comentarios en Maracó Digital sin hacer la revolución tan esperada).
En el 2.008 los Marqueses se pusieron al frente de la revolución agraria y salieron a defender a los peones rurales tan duramente golpeados por "la 125" Su periódico reflejó así esa dura lucha contra la oligarquía agraria:

En la actualidad, los Marqueses siguen siendo del PCR y, por supuesto, son antikirchneristas a morir. Más antikirchneristas que la Sociedad Rural, lo cual es ya mucho decir. Cada tanto sacan un comunicado revolucionario, pero ya no consiguen que las viejas se asusten y nadie pide refugio en la Iglesia al grito de “se vienen los revolucionarios, se vienen los Marqueses”. 

Había una vez...


BlancaTébes y los siete enanitos gobiernan Picolandia con mucha imaginación, subordinación (al gran “barba”) y valor (¡hay que tener valor!). El presidente de los enanitos es el Prof. Emérito en Ciencias de la Educación Física R.E. (Retiro Efectivo) don Juanjo “pomposo” Rainone, hombre al que le gusta practicar la Defensa Civil y habla mucho pero casi nunca dice nada importante.
El bloque enanitil lo dirige don José Osmar (me sobra una “S” ya lo sé) García, el único concejal que no vino al Concejo a hacer política, sino a llenar de buena onda la entristecida Picolandia, y que todavía lamenta haber dejado su lucrativa actividad, ese hermoso taller mecánico al que había denominado, con mucho corazón y un poco de tintura para el cabello: La pulcritud del automóvil. Fanático del ferrocarril (sus ideas son como las vías, nunca hay dos que se juntan), don José Osssmar es un gran imitador de Sandro y cuenta con desesperación los días que faltan para abandonar ese horrible Concejo en el que lo han sentado contra su voluntad, mientras canta “Rosa, Rosa, la maravillosa…” mirando con cariño paternal a la enanita Rosita Cuello.
En el cuerpo enanitil, siguiendo el estricto orden alfabético (porque en Picolandia, hay que decirlo, son todos muy cultos y leídos), se encuentra también doña Graciela “tamponcito” Brunengo, también conocida como “La Baya”. Más ancha que larga de tanto comer torta fritas, se caracteriza por una encendida oratoria (cada vez que habla se pone roja como una  brasa) y por haber estudiado abogacía por correspondencia.
Y nuevita, recién llegada al edilaje, está Estelita "tarjetera" Aguirre, que mirá todo sin entender muy bien de qué se trata, qué hago yo acá, como fue que llegué... etc. etc. "Antes mi trabajo era más fácil" piensa "vendía tarjetitas para el estacionamiento y listo... pero ahora tengo que hacer ordeñanzas, leyes, qué se yo... ¡Marín conducción, Marín Conducción y listo!!"
De entre todos los enanitos, el más simpático es sin duda Reneé (me sobra una E) Pechín, también conocido como “pechincito” o “pechito chiquitín”, aunque algunos lo llaman también “Chirolita de Marín”, que suena lindo aunque un poco tontolín. Don Reneeeeee comparte a menudo tintura de cabello con don José Osssssmar y de vez en cuando escribe largos discursos que luego tienen que ser corregidos por el resto de los enanitos, porque o no dicen nada importante o todo lo que dicen está medio mal o porque nadie entiende qué quiere decir y como siga así, nos dormimos todos mientras lee.
Entre las enanitas, la más graciosa y gentil es sin dudas doña Rosita E. Cuello (muchos especulan sobre esa E. pero nadie sabe con certeza si es por Ernesta, Ester o Ermenegilda – que en Picolandia se escribe con E). Doña Rosita no se pelea con nadie porque casi nunca dice nada y aunque algunos creen que está nada más que para hacer bulto, ella sabe muy bien para qué está y punto.
Y ya que de bulto hablamos, si hay un enanito especialista en hacer bulto ese es sin duda don Lucas (JP) Picazo, también conocido como “el gordito de la juventud” (algunos le dicen “el glorioso JP”), un muchacho muy emprendedor (a buen emprendedor pocas palabras, suele decir a veces), que cada vez que falta una columna de la luz en algún barrio o algunos vecinos reclaman por una garita para el colectivo, él se ofrece voluntariamente a donar su sueldo para ayudar simbólicamente a BlancaTébes, porque ya sabemos que no hay un mango para garitas, ya que todo se nos fue en esto de la Guarda Civil, ese engendro que creamos para combatir la inseguridad  y para que Rolero no nos haga más marchas. Gracias a ese espíritu donativo sin igual, Lucas se ganó también el apodo de “gordito bonachón”, nombre con el que los vecinos del barrio Carlos Berg piensan bautizar a la futura garita. 

Bienvenidos a Picolandia, el mejor puticlub político de toda La Pampa. Bueno, puticlub éramos antes, porque ahora cambiamos de rubro y nos hicimos café concert, que sigue siendo lo mismo pero suena más fino… Son cosas a las que nos obliga el kirchnerismo.
Picolandia tiene más de cien años y hace treinta que está gobernada por un mismo partido. Si, si… el partido es el mismo, sólo que fue cambiando con el tiempo. Ya sabemos que es complicado pero vamos a intentar explicarlo. El partido se llama PJ, y primero fue progresista marinista, luego se hizo menemista conservador y ahora es negocionista. (Perdón, me corrige la maestra… “negacionista” habrá querido decir, ¿“negacionista”, los que niegan todo? No, no… estos también niegan todo pero en realidad son Negocionistas, porque ahora sólo se dedican a hacer negocios.)
En las últimas elecciones fue elegido intendente un señor llamado Jorge Tébes que suele pararse siempre con las manos como tapándose los huevos como si formara parte de una barrera, costumbre que como puede verse en la foto ahora se ha contagiado al resto de su tropa. Parece que la costumbre a Tébes le viene de su jefe político, el benemérito gran “barba”, también conocido en los medios como “el senador” y al que la mamá la puso el nombre de Carlos Alberto Verna.  El intendente no tenía por costumbre ponerse las manos delante de los huevos, hasta que el gran “barba” le dijo: “Jorgito tené cuidado que ahora están los kirchneristas que te disparan por todos lados y si te descuidás, te rompen los huevos de una manera…”. Instintivamente él se puso las manos como para atajarse y ahora cada vez que tiene que estar a la intemperie se cuida por las dudas…
El ingeniero Tébes gobierna Picolandia con la inestimable ayuda del conocido clan de “siete enanitos”, sus humildes servidores “los concejales” que le votan todo lo que él quiere y le sacan las castañas del fuego cuando las papas queman. Por lo cual la gente cuando le quiere hacer chistes al intendente dice que Picolandia está gobernada por “BlancaTébes y los siete enanitos”. Aunque el verdadero dueño del circo, no tenemos que olvidarlo, es el “gran barba”, un señor que como bien se puede apreciar en las fotos, se desayuna con vinagre, sobre todo desde que tiene que aguantar a “la yegua” esa que pusieron en la Casa Rosada y que él quiso rajar a patadas en una ocasión, aunque el chiste le salió mal y el que tuvo que bajarse del caballo fue él, pero esa ya es otra historia que un buen día les contaremos.